¿Cuáles son las tres reglas del autocuidado?

El concepto de las tres reglas del autocuidado se usa a menudo como un marco sencillo para ayudar a las personas a recordar cómo priorizar su bienestar. Si bien diferentes fuentes las expresan de forma ligeramente distinta, la idea central es la misma: el autocuidado debe ser intencional, constante y centrado en los límites . A continuación, un desglose:


1. Priorízate

No puedes dar lo que no tienes. El autocuidado comienza por reconocer que tus propias necesidades son importantes.

Ejemplos prácticos:

Tomarse un tiempo para descansar sin sentirse culpable

Decir “no” a las tareas que te abruman

Programar revisiones periódicas de tu salud mental y física


2. Sé constante

El autocuidado no es una actividad puntual; es un hábito que debe practicarse con regularidad.

Ejemplos prácticos:

Rutinas diarias como beber suficiente agua, estirar o escribir un diario.

Planificar actividades semanales de autocuidado (tiempo para pasatiempos, paseos, sesiones de terapia)

Realizar un seguimiento de los hábitos de autocuidado para asegurar que no se descuiden.


3. Establece límites saludables

Protege tu energía diciendo no a las cosas que te agotan y sí a las que te nutren.

Ejemplos prácticos:

Limitar el tiempo con personas o entornos tóxicos

Establecer límites en el trabajo (evitar las horas extras o tomar descansos)

Ser consciente de los límites del consumo digital y de las redes sociales


💡 Resumen:
Las tres reglas del autocuidado —priorizarte , ser constante y establecer límites saludables— son recordatorios simples pero poderosos de que el autocuidado no es egoísta; es esencial para tu bienestar y resiliencia.

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