¿Por qué los cólicos menstruales son peores por la noche?
Si alguna vez te has despertado sobresaltada por un fuerte cólico o te has encontrado dando vueltas en la cama del dolor, no te lo estás imaginando. Para muchas mujeres, los cólicos menstruales parecen intensificarse por la noche. No se trata de una sensación imaginaria; existen razones biológicas y ambientales reales que lo explican.
Comprenderlas es el primer paso para dormir mejor durante la menstruación.
1. El factor de distracción silenciosa
Durante el día estás ocupada. Tu mente está ocupada con el trabajo, las conversaciones, los recados y las pantallas. Este flujo constante de estimulación mental actúa como una distracción, desviando tu atención de las señales de dolor que provienen de tu útero.
Por la noche, el mundo se aquieta. Estás tumbado en una habitación oscura y silenciosa, con muchas menos distracciones. Sin el ruido del día, tu cerebro se vuelve hipersensible a las señales de dolor. Esta mayor atención puede hacer que los calambres se sientan mucho más intensos que unas horas antes.
2. La montaña rusa hormonal
Tus hormonas siguen un ciclo natural de 24 horas, conocido como ritmo circadiano. La principal hormona implicada en la menstruación, La progesterona suele alcanzar sus niveles más bajos por la noche. Dado que la progesterona tiene un efecto calmante y antiinflamatorio en el cuerpo, esta disminución nocturna puede significar una menor analgesia natural justo cuando más se necesita.
Además, las hormonas del estrés como El cortisol , que tiene propiedades antiinflamatorias naturales, también alcanza su nivel más bajo por la noche. Al descansar los analgésicos naturales del cuerpo, los compuestos que producen dolor, llamados prostaglandinas Puede parecer que están trabajando horas extras.
3. El poder de la posición y el flujo sanguíneo
Cuando estás de pie y en movimiento durante el día, la gravedad favorece el flujo sanguíneo y la circulación. Permanecer acostada durante periodos prolongados puede alterar la distribución de la sangre en la zona pélvica. Este ligero cambio en la circulación puede contribuir a un aumento de la inflamación y la presión, lo que agrava el dolor menstrual.
Además, al acostarte, es más probable que adoptes la posición fetal. Si bien esto puede resultar instintivamente reconfortante, a veces puede tensar los músculos abdominales y pélvicos, lo que provoca más tensión y dolor en lugar de alivio.
4. Combatir la fatiga
Es una cruel paradoja: el dolor dificulta conciliar el sueño, y la falta de sueño reduce la tolerancia al dolor. Cuando estás agotado, tu sistema nervioso se vuelve más sensible y tu capacidad para sobrellevar las molestias disminuye drásticamente. Esto crea un círculo vicioso donde los cólicos te mantienen despierto, y la privación de sueño hace que los cólicos se sientan aún peor la noche siguiente.
Cómo combatirlo y dormir mejor
Conocimiento por qué Que suceda es medio camino recorrido. Aquí te explicamos cómo combatir los cólicos nocturnos:
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Alivio preventivo del dolor: Toma un medicamento antiinflamatorio (como ibuprofeno o naproxeno). Tomar entre 30 y 60 minutos antes de acostarse . Estos medicamentos actúan reduciendo los niveles de prostaglandinas. Anticiparse al dolor es mucho más efectivo que intentar aliviarlo en mitad de la noche.
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Aprovecha el poder del calor: Aplícate una almohadilla térmica o una manta térmica eléctrica en la parte baja del abdomen o la espalda antes de acostarte. El calor prolongado puede relajar los músculos uterinos y aliviar los cólicos durante la noche.
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Perfecciona tu postura para dormir: Si duermes de lado, prueba a colocar una almohada entre las rodillas. Esto ayuda a alinear la columna vertebral y la pelvis, reduciendo la tensión y la presión en la espalda y los músculos abdominales.
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Establece una rutina para relajarte antes de dormir: Una hora antes de acostarte, evita las pantallas y practica la relajación. Prueba con estiramientos suaves de yoga (como la postura del niño o una torsión supina), meditación o ejercicios de respiración profunda para reducir el estrés y la percepción del dolor.
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Manténgase hidratado (durante el día): La deshidratación puede empeorar los calambres musculares. Asegúrate de beber mucha agua durante el día, pero reduce la ingesta justo antes de acostarte para evitar tener que ir al baño con frecuencia.
Cuándo consultar a un médico
Aunque es común tener cólicos más intensos por la noche, es importante escuchar a tu cuerpo. Si el dolor es constante y severo, afecta tu vida diaria cada mes o se acompaña de otros síntomas como sangrado abundante, náuseas o dolor durante las relaciones sexuales, es fundamental consultar con un profesional de la salud. Estos podrían ser signos de una afección subyacente como endometriosis o adenomiosis , que requieren diagnóstico y tratamiento médico.
Puedes encontrar más información sobre estas afecciones en fuentes confiables:
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Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (ACOG): Dismenorrea: Menstruaciones dolorosas
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La Oficina de Salud de la Mujer: Endometriosis
Comprender el origen de tu dolor te da el poder para actuar. Con algunos cambios estratégicos, puedes recuperar tus noches y disfrutar del sueño reparador que tu cuerpo merece.