¿Por qué me sale un chorro de regla cuando me pongo de pie?

¿Por qué me sale un chorro abundante de regla cuando me pongo de pie?

Si alguna vez has sentido ese repentino flujo de sangre al ponerte de pie durante la menstruación, no estás sola; puede resultar sorprendente e incómodo. Muchas personas lo describen como un chorro o flujo de líquido que parece aparecer de la nada después de sentarse o acostarse. ¿Qué sucede realmente? Analicémoslo.


La ciencia detrás del “chorro”

Al sentarte o acostarte, la gravedad no ejerce la misma fuerza sobre la sangre que cuando estás de pie. La sangre menstrual —que incluye sangre, tejido y mucosidad— puede acumularse temporalmente en la vagina o en el cuello uterino mientras estás quieta.

En cuanto te pones de pie, la gravedad vuelve a hacer su efecto y la sangre acumulada sale de golpe. Esa es la sensación de flujo que experimentas; es completamente normal y no suele ser motivo de preocupación.


¿Por qué ocurre con más frecuencia en determinados momentos?

Es posible que notes esto con más frecuencia:

  • En los días de sangrado más abundante: Cuando el útero está expulsando más revestimiento, hay más sangre que se acumula y se libera.

  • Después de dormir o estar sentado durante largos periodos: Cuanto más tiempo permanezcas en una misma posición, más líquido se puede acumular.

  • Si tu flujo es irregular o con coágulos: La sangre más espesa o los pequeños coágulos pueden bloquear la abertura vaginal temporalmente y luego liberarse de golpe al moverte.


Cuando el chorro podría no ser normal

Si bien un arrebato ocasional es totalmente normal, hay ocasiones en las que podría indicar algo más:

  1. Flujo excesivamente abundante: Si empapas compresas o tampones cada hora durante varias horas, puede tratarse de un sangrado menstrual abundante (menorragia).

  2. Coágulos grandes: Expulsar coágulos más grandes que una moneda de veinticinco centavos puede indicar desequilibrios hormonales, fibromas u otras afecciones.

  3. Cambios repentinos en el patrón de flujo: Si nunca antes habías experimentado flujos abundantes y de repente los experimentas, o si tu flujo se vuelve impredeciblemente abundante, vale la pena consultar con tu médico.


Consejos para controlar el torrente

  • Utiliza protección de alta absorción: Considera usar copas menstruales, ropa interior menstrual o compresas superabsorbentes para evitar fugas durante el movimiento.

  • Cambie de posición lentamente: Levantarse gradualmente a veces puede minimizar la prisa repentina.

  • Lleva un registro de tu flujo: Las aplicaciones o los diarios pueden ayudarte a detectar patrones, como qué día suelen producirse los sangrados abundantes, y a comentarlos con tu médico si es necesario.

  • Mantente hidratada y nutrida: El sangrado abundante puede disminuir los niveles de hierro, así que equilibra tu dieta con alimentos ricos en hierro o suplementos si te lo recomiendan.


¿Cuándo consultar a un médico?

Contacte a su médico si:

  • Estás perdiendo protección cada hora durante varias horas.

  • Estás expulsando coágulos grandes o con frecuencia.

  • Experimentas mareos, fatiga o signos de anemia.

  • Tu ciclo menstrual ha cambiado repentinamente o se ha vuelto mucho más abundante que antes.

Estos síntomas podrían indicar problemas subyacentes como fibromas, desequilibrios hormonales o trastornos de la tiroides; todos ellos tratables una vez identificados.


En resumen

Ese repentino sangrado menstrual al ponerte de pie suele deberse simplemente a la gravedad. Es parte normal del flujo menstrual y no hay de qué preocuparse. Pero si el sangrado viene acompañado de sangrado abundante, dolor o cansancio, es recomendable consultar con tu médico. Tu menstruación puede revelar mucho sobre tu salud en general; prestar atención a sus patrones es una de las mejores maneras de cuidarte.


Tu cuerpo no se está comportando mal; simplemente sigue las leyes de la física. La clave está en saber qué es normal para ti y cuándo es el momento de buscar ayuda.

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